jueves, 29 de marzo de 2012

Un método peligroso








El film, dirigido por David Cronenberg, se centra en los primeros años del siglo XX y relata los comienzos de la teoría psicoanalítica. La historia recrea la relación tormentosa que tuvieron sus pioneros, el suizo Carl Jung, encarnado por el excelente actor Michael Fassbender y el austríaco Sigmund Freud, interpretado correctamente por Viggo Mortensen.


A esa dupla y como eje central de la trama, se suma Sabina Spielrein, protagonizada por Keira Knightley. Sabina era una paciente psiquiátrica, histérica y masoquista; rusa, judía e hija de un comerciante próspero y autoritario. Después de un ataque, la internan en un hospital para enfermos mentales en Suiza, dónde recibe el novedoso "Tratamiento del Habla" del doctor Jung.



Allí cambia radicalmente su vida, rápidamente pasa a ser la amante de su terapeuta, que es ario y está casado con una mujer riquísima y es padre de tres hijos. En el transcurso de la relación, Spielrein se recibe de médica psiquiatra. Después del desengaño amoroso en el que la va a dejar Jung, comienza a tratarse con el doctor Freud, que la convierte en una de las primeras mujeres que realicen psicoanálisis de la historia al confiarle a sus propios pacientes.


La película habla todo el tiempo de la discusión teórica entre los dos psicoanalistas, Jung más enfocado en lo espiritual y lo esotérico, y Freud racional y científico, basado en que toda enfermedad mental tiene relación con la sexualidad y su represión.


Pero también el guión de Christopher Hampton, basado en su obra de teatro The Talking Cure, hace hincapié en las diferencias sociales y religiosas de los protagonistas. Varias veces nos muestra el minúsculo departamento de Freud en Viena, en la calle Bergasse 19, colmado con sus seis hijos; en contraposición con la casa lujosa que tenía la familia Jung frente al lago de Zurich.


Hay momentos de mucha tensión interpretativa, sobre todo en algunas escenas de Keira Knightley, que se destaca en el rol de Spielrein. Vincent Cassel, representa muy bien al perverso psiquiatra Otto Gross, que fue paciente de Jung; sin embargo, Fassbender es el que más convence de todo el elenco.


Excelente la fotografía de Peter Suschitzky, así como el vestuario y la ambientación que recrean perfectamente una Europa opulenta, previa a la Primera Guerra Mundial.


Resulta extraño ver este trabajo de David Cronenberg, ya que estamos acostumbrados a su cine "clase B"(tiene en su haber filmes geniales como La mosca o La zona muerta), pero logra con inteligencia contar una historia compleja, un entramado psico-sexual, perturbador y a la vez fascinante.

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