Largo viaje de un día hacia la noche

Cuatro actores en escena: el padre, la madre y los dos hijos, a través de ellos se cuenta una historia, la obra más autobiográfica de Eugene O' Neill.

Transcurre en 1912 en una casa de verano durante todo un día: desde el desayuno, el almuerzo, la tarde y la medianoche. Esos son los puntos de partida, así se suceden las escenas que se van hilavanando unas con otras hasta mostrarnos todas las debilidades de los personajes.El padre, interpretado por Daniel Fanego, alcóholico y avaro, la madre,compuesta por Claudia Lapacó, que realmente se destaca como una adicta a la morfina e infeliz en su matrimonio, los hijos, con una vida disipada uno y enfermo de tuberculosis el otro, debido a malos hábitos.Con el correr de las horas los vemos desgranarse y quitarse capas como una cebolla hasta quedar totalmente expuestos.

La obra, dirigida por Villanueva Cosse, es excelente.A pesar de durar tres horas es ágil y mantiene la atención del espectador, generando mucha emoción, sobre todo en las escenas finales.

Se da en el Teatro Regio, en Córdoba y Dorrego, de miércoles a domingo.Recomendada